ORUGA DEL SUEÑO
No se decreta el amor.
No se decreta el amor.
Llega siempre con su aura de campanas
a descubrir el mundo.
Su hilo de luna se enreda bajo las mantas
madura los frutos, dilata su luz.
madura los frutos, dilata su luz.
Oruga que dormita en la penumbra
mariposa del tiempo humano,
ángel que abraza la soledad
bajo un techo de rumores azules.
LUMBRE DEL CREPÚSCULO
En el horizonte de otros ojos…
Con su sonido vibrante, inaudible,
la luna se posa en el mar.
Suenan recuerdos y suspiros
en los estambres de la brisa.
Avanza en las tinieblas tu hechizo
la ausencia lo baña todo.
El puerto derrama su almizcle
sobre nuestra sombra y desaparece.
Tu beso: última lumbre del crepúsculo.
EL VIENTO QUE TE DIBUJA
Entre las dos fuerzas motrices
del mundo: amor y odio,
el viento empuña su cálamo para dibujarte
y en la blanca piel de la luna
–fecundo pergamino del tiempo–
con líneas imaginarias entrelaza las
estrellas
renueva la magia de tu esplendor
y sobre la ternura de los cráteres
como un esbozo de la nostalgia
aparece tu rostro.
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